martes, 17 de diciembre de 2019

Encapuchado

¿Quien soy? decía Sofía mientras se miraba en el espejo, difícil respuesta en estos tiempos extraños. ¿Quien soy?, que pegunta más simple. Tal vez  soy un nombre que nació, creció y murió, un hijo o estudiante que peleó con sus padres para demostrar sus puntos de vista inocentes, un ciudadano que votó y participó creyendo en un mundo mejor, tal vez soy un delincuente que robó tus riquezas, ganancias de tu trabajo y tu tiempo, soy un alma aventurera que se niega a quedarse quieta, rebelde sin causa ni rencores, soñador de un mundo distinto, nuevo cada día, tal vez un incomprendido, claro, quién me podría comprender si ni yo mismo me entiendo, tal vez soy un idealista escondido en las masas, tratando de hacerme notar pero sin ser visto, soy sin duda un ingeniero de realidades emigradas probadas y vividas en todos lados menos en mi hogar, tal vez soy todos o ninguno.

La verdad de las cosas, según yo, es que hoy en día ¿quién sabe quién es? Todos usamos máscaras, escondemos nuestros sentimientos, ideales y creencias, porque no soportamos que otros piensen distinto, no soportamos que nos contradigan y no soportamos exponer a juicio lo que sentimos o creemos. 

La inocencia e ingenuidad que tenemos al nacer nos hace auténticos, pues claro, nos enfrentamos a un mundo totalmente desconocido, sin educación alguna, somos capaces de conectarnos con nuestros sentimientos y sin miedo le decimos a la tía bigotuda que no nos gustan sus besos ni sus pellizcos en las mejillas. Acto de rebeldía e ingenuidad que celebran nuestros padres e incluso nuestra cariñosa tía bigotuda. Que bello  tiempo de total libertad, comenzando nuestras vidas, nos hacen pensar en que este mundo  estará lleno de posibilidades. 

Al cabo de unos años todo ha cambiado, al crecer todas las maravillas del mundo aun desconocidas siguen ahí,  pero ya no podemos verlas, tenemos miedo a lo desconocido y nos volvemos violentos e inseguros, ya no confiamos en las personas y nos escondemos. La inocencia de nuestros primeros años ha desaparecido y nos inunda la experiencia, ahora el vaso ya esta lleno, ya sabemos el mundo y a las personas, las normas, ética y moral están de filtro para todo lo que conocemos y todo lo que damos a conocer.

Aún tengo mucho por vivir y espero aprender muchas cosas.

Y si vuelves a preguntarme quien soy, la verdad es que no se…. Tampoco quien quiero ser.